El reciente fiasco del vuelo Malabo-Bata-Malabo de CRONOS Airlines no solo evidencia la poca profesionalidad de la aerolínea, sino que expone un sistema aéreo plagado de desidia, falta de responsabilidad y un absoluto desprecio por los pasajeros en Guinea Ecuatorial.
Este episodio ocurrido entre el martes, 26 y el miércoles 27 de noviembre, no es fruto un desliz aislado: es el retrato de una industria que funciona al margen de los estándares internacionales y no tiene en cuenta los derechos de los viajeros.
Dos días de abuso y negligencia
El martes, 26 de noviembre, los pasajeros del vuelo Malabo-Bata-Malabo llegaron al aeropuerto, a la hora programada, solo para encontrarse con una cancelación abrupta y sin aviso previo. Sin ofrecer alternativas ni compensaciones, CRONOS Airlines prometió que el vuelo se reprogramaría para el día siguiente, miércoles 27, a las 6:00 de la mañana. Sin embargo, la pesadilla no terminó allí: al volver al aeropuerto, los pasajeros descubrieron que el vuelo había sido nuevamente pospuesto hasta las 17:00 horas, sin ningún tipo de justificación ni apoyo.
"Nos están tratando como si fuéramos animales, no como personas", dijo una pasajera afectada, visiblemente indignada tras pasar horas en el aeropuerto sin recibir ni agua ni comida. "No hay nadie que dé la cara, nadie que nos explique qué está pasando. Solo nos dejan esperando como si nuestro tiempo y nuestras vidas no importaran."
Otro pasajero, que debía asistir a un evento en Malabo, calificó la situación como un "insulto inadmisible": "CRONOS Airlines no solo ha destruido mis planes, sino que ni siquiera se han molestado en disculparse. Esta aerolínea opera sin reglas, sin respeto y sin humanidad."
Ausencia total de asistencia y derechos pisoteados
Durante más de 24 horas, los pasajeros estuvieron completamente abandonados. Según los testimonios, CRONOS Airlines no ofreció ni alimentos, ni bebidas, ni alojamiento, incumpliendo flagrantemente las normativas internacionales de aviación civil.
La normativa de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) exige que, en casos de retrasos prolongados, las aerolíneas brinden asistencia básica y mantengan a los pasajeros informados, algo que CRONOS ignoró por completo.
"Estamos pagando por un servicio que nunca recibimos. Es inaceptable que después de dos días de espera no tengamos siquiera una explicación clara. No han cumplido con nada, y nosotros somos los que sufrimos," afirmó un pasajero claramente frustrado.
El silencio cómplice de CRONOS Airlines
Lo más indignante de este caso ha sido el silencio de la aerolínea. A pesar de la magnitud del problema y de las quejas de los afectados, CRONOS Airlines no emitió ningún comunicado oficial para explicar las razones de las cancelaciones ni para ofrecer disculpas públicas. "Este desprecio hacia los pasajeros refleja una cultura corporativa que prioriza el lucro sobre el servicio y que opera sin ningún compromiso real con la calidad o la transparencia", aseveró un pasajero frustrado.
¿Dónde están las autoridades?
Este incidente no solo pone en evidencia las fallas de CRONOS Airlines, sino también la falta de supervisión de las autoridades reguladoras de Guinea Ecuatorial. La incapacidad de garantizar que las aerolíneas cumplan con los derechos de los pasajeros es un fracaso institucional que perpetúa estos abusos.
"No podemos seguir así," declaró uno de los pasajeros afectados. "Necesitamos un gobierno que proteja a sus ciudadanos, no que permita que las empresas hagan lo que quieran."
Un impacto profundo en los pasajeros y el país
Los retrasos y la falta de soluciones han tenido un impacto devastador en los pasajeros. Muchos perdieron reuniones importantes, compromisos familiares y oportunidades laborales. Además, este tipo de incidentes afectan gravemente la imagen del país, ya que reflejan una industria aérea desorganizada y un sistema regulador débil.
Conclusión: un llamado a la acción
CRONOS Airlines ha demostrado no solo una incompetencia operativa alarmante, sino también un desprecio absoluto por los derechos y la dignidad de sus pasajeros. Este incidente debe ser un punto de inflexión para el sector aéreo de Guinea Ecuatorial.
Se necesita una revisión inmediata de las regulaciones aéreas, sanciones contundentes para las aerolíneas que no cumplan con sus obligaciones y, sobre todo, un sistema que priorice al pasajero. Los viajeros no son números ni cargas, son personas con derechos, y CRONOS Airlines debe ser responsabilizada por este abuso inaceptable.
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