Por Joal Ondo 

Malabo, mayo de 2025 — Son las 17:36 de una tarde templada en Malabo cuando Diario Guinea 24 se encuentra con Juan Pablo Ebang a las afueras del hotel Villa Brenda. El presidente de la Federación Ecuatoguineana de Cine y Medios Audiovisuales (FEGUICINEMA) se muestra afable, reflexivo y visiblemente apasionado por su causa: impulsar el cine nacional como una herramienta educativa, económica y cultural.

Raíces teatrales y vocación audiovisual

Antes de abrazar plenamente el mundo del cine, Ebang fue actor, director y apasionado del teatro. “He pasado por las manos de grandes directores del país”, rememora, mencionando nombres como Benito, de los Salesianos de Ela Nguema. Con su grupo ganó premios consecutivos en el ámbito teatral entre 2000 y 2002. Su pasión al mundo audiovisual fue provocada por un cooperante español que lo introdujo en la técnica del cine, abriéndole una nueva vía de expresión artística.

El salto definitivo lo dio en España en 2003, cuando su tío lo invitó a vivir en Valencia. Aunque su familia deseaba que estudiara una carrera “seria” como Derecho o Ciencias Políticas, Ebang tenía claro su objetivo: el cine. “Me dijeron que estaba loco, que eso era para drogadictos… Pero yo sabía que quería contar historias”.

El cine desde el altar

Sin apoyo económico familiar, fue su fe la que le abrió el camino. Devoto católico desde niño y activo en la vida parroquial, Ebang encontró en la iglesia de Monte Oliver un refugio y una solución. “El padre Javier me propuso ser sacristán a cambio de ayudarme a pagar la escuela de cine. Así empezó todo”. Fue ese acto de solidaridad eclesiástica lo que le permitió cumplir su sueño.

Retorno y visión nacional

En 2009, atendiendo al llamado de la entonces secretaria de Estado Guillermina Mokuy, regresó a Guinea Ecuatorial para fortalecer el incipiente sector cinematográfico. Allí empezó a formar grupos de trabajo y a imaginar un futuro institucional para el séptimo arte nacional y años más tarde, crea la Federación Ecuatoriana de Cine y Medios Audiovisuales. “Creamos la FEGUICINEMA para dar voz a los cineastas y regular el sector. Somos el brazo ejecutor del Ministerio de Cultura en materia audiovisual”.

FEGUICINEMA: esperanza, regulación y transparencia

La federación, legalizada apenas en enero de este 2025, busca ser un referente en África Central. Ebang insiste en que no se trata de una entidad más: “Solo aceptamos productoras y asociaciones como miembros. Queremos evitar favoritismos y promover la transparencia”. Incluso los directivos tienen prohibido participar en competiciones nacionales para asegurar la imparcialidad.

Con FEGUICINEMA, Guinea aspira a tener presencia en festivales internacionales, establecer relaciones con otros mercados y garantizar estándares de calidad. “No es que no haya talento, es que nuestras películas no cumplían con los requisitos técnicos. Ahora eso va a cambiar”.

El cine como herramienta de transformación

Ebang subraya que el cine puede formar ciudadanos críticos. Pone como ejemplo el cine español de la posguerra, el llamado cine de barrio, que ayudó a modelar valores sociales. “Con el cine puedes enseñar a toda una sociedad cosas que no sabía. Puedes hacer que alguien llore por una historia que jamás vivió. Eso es poder”.

Un futuro prometedor

A pesar de las dificultades, el presidente de FEGUICINEMA es optimista: “En cuatro años, tendremos resultados visibles. Yo creo firmemente que habrá gente que viva del cine en Guinea Ecuatorial”. Pero deja claro que profesionalizar el sector es clave: “No se puede seguir improvisando. En el cine, hasta una botella en el encuadre tiene que tener una razón”.

Supervisión, calidad y exportación

FEGUICINEMA también será el ente que valide técnicamente las producciones que deseen llevar el sello Made in GE a festivales internacionales. “Queremos que quien haga cine bien hecho, lo haga bajo reglas. Supervisaremos cada obra antes de su estreno. No es control, es profesionalización”.

Cierre con visión

Juan Pablo Ebang no solo es un cineasta, es un idealista con los pies en la tierra. Su historia es la de muchos jóvenes africanos que luchan contra el escepticismo, la precariedad y la falta de estructura para crear cultura. Con FEGUICINEMA, se planta la semilla de un renacimiento audiovisual que podría transformar la imagen de Guinea Ecuatorial ante el mundo.

“Tenemos playas, bosques, cultura, historias… lo que necesitamos es técnica, organización y visión. Y yo tengo fe: el cine en Guinea va a florecer”.