Por Joal Ondo 

Pese a haber anunciado su retiro definitivo en diciembre de 2023, el artista puertorriqueño Ramón Luis Ayala Rodríguez, mundialmente conocido como Daddy Yankee, ha sorprendido al mundo del espectáculo con su inesperado regreso a la música. Lo hace bajo un nuevo nombre artístico, “DY”, y con un enfoque radicalmente distinto: una propuesta de carácter cristiano alejada del reggaetón que lo consagró como icono global del género urbano.

El anuncio fue realizado a través de un video publicado en su canal oficial de YouTube, en el que aparece el actor Anthony Ramos llegando a una casa y siendo recibido por DY. “¿Estás listo?”, pregunta Ramos. “Estoy de regreso”, responde el cantante, antes de presentar su nuevo sencillo, titulado “Sonríele”.

Este lanzamiento marca un punto de inflexión en su trayectoria musical. Lejos de los ritmos explosivos del reggaetón, la canción apuesta por sonidos caribeños y un mensaje abiertamente espiritual. La letra refleja su reciente conversión religiosa —hecho que él mismo dio a conocer en 2023— y está cargada de referencias a su fe: “Me llegan las bendiciones / Ando con el Nazareno. Gracias por todo lo bueno y lo no tan bueno”.

La producción estuvo a cargo de Macrilet Rodríguez, conocido como Marky, productor cristiano con quien DY ha colaborado previamente en eventos de corte religioso. Este giro en su propuesta artística refleja su decisión de apartarse de los escenarios comerciales para dedicar su vida a Dios y a la evangelización.

El tema fue publicado únicamente bajo el nombre “DY”, sin vinculación visible a las plataformas oficiales de Daddy Yankee. Este hecho ha despertado especulaciones sobre un posible cambio definitivo de identidad artística. Algunas versiones lo relacionan también con el proceso legal que Ayala mantiene con su aún esposa, Mireddys González, en relación al manejo de sus empresas y derechos musicales.

La reaparición de Ayala en la escena pública —ahora como DY— abre una nueva etapa en su carrera, marcada por la espiritualidad y la búsqueda de un impacto más allá del éxito comercial. Aunque no persigue los altos puestos en las listas de reproducción, su influencia como figura de alcance internacional puede posicionarlo como referente dentro de un circuito musical cristiano en crecimiento.

Este regreso demuestra que, incluso lejos del “perreo”, Daddy Yankee sigue siendo capaz de reinventarse y mover masas, ahora desde una plataforma de fe.