Desde el mes de julio, el personal sanitario del Hospital General de Malabo enfrenta una situación alarmante. Las primas correspondientes a las guardias realizadas desde entonces no han sido pagadas, dejando a médicos, enfermeros y técnicos en una situación de incertidumbre económica y profesional.
Esta falta de pago no solo representa un incumplimiento laboral por parte de las autoridades, sino que también evidencia una preocupante negligencia hacia quienes sostienen el sistema de salud en horarios críticos.
Mientras el personal continúa trabajando bajo presión, el silencio de las instituciones responsables agrava la sensación de abandono y desamparo.
Relato de los hechos
Trabajadores del hospital, Dr. Loeri Comba de Malabo, en los servicios de guardias llevan 5 meses sin recibir las primas reglamentarias correspondientes a las guardias. Estas guardias, esenciales para cubrir emergencias nocturnas, fines de semana y días festivos; exigen un gran sacrificio físico y emocional.
Sin embargo, las autoridades han incumplido con su obligación de compensar este esfuerzo, dejando a los trabajadores en una situación precaria.
"Es una falta de respeto hacia nosotros y hacia la labor que realizamos. Seguimos cumpliendo con nuestras obligaciones porque los pacientes nos necesitan, pero ¿quién vela por nuestras necesidades?", expresó un enfermero que prefirió no identificarse.
La falta de comunicación por parte de responsables solo ha incrementado la frustración del personal. “No nos han dado ninguna explicación clara. Simplemente dicen que hay problemas administrativos, pero eso no llena la nevera ni paga nuestras cuentas”, señaló una médica con evidente indignación.
Impacto en el personal sanitario
El retraso en los pagos ha tenido un impacto devastador en los trabajadores:
1. Dificultades económicas: Muchos dependen de estas primas para cubrir necesidades básicas, si bien una parte de ese personal sigue siendo voluntario.
2. Desmotivación laboral: El sentimiento de abandono afecta la moral del equipo.
3. Riesgo de renuncias y huelgas: El cansancio y la falta de soluciones han llevado a algunos a plantearse medidas extremas.
“Estamos llegando al límite. No somos máquinas. Si esto no se resuelve pronto, no tendremos otra opción que parar. No podemos seguir trabajando en estas condiciones”, advirtió un técnico sanitario.
El malestar se extiende a todos los niveles del hospital, donde el personal se siente atrapado entre su deber hacia los pacientes y la indiferencia de las autoridades.
Reacción de las autoridades: ¿Inferencia o incapacidad?
A pesar de los múltiples intentos del personal sanitario por obtener respuestas, las autoridades del Ministerio de Salud no han ofrecido una solución concreta. Según una fuente interna, los retrasos podrían deberse a problemas presupuestarios, pero la falta de transparencia y de un plan claro para resolver la situación genera sospechas de una gestión ineficiente o, peor aún, indiferencia hacia el personal sanitario.
“Las autoridades solo se acuerdan de nosotros cuando hay una emergencia nacional o necesitan una fotografía para mostrar que todo está bien. Pero detrás de esas fotos hay trabajadores exhaustos y maltratados que ya no pueden más”, afirmó una enfermera con frustración.
Consecuencias para el sistema de salud
La crisis no solo afecta al personal, sino que amenaza con colapsar el sistema de salud en Malabo. Si los trabajadores deciden reducir su participación en las guardias o incluso organizar una huelga, las repercusiones podrían ser graves para los pacientes, especialmente aquellos que dependen de los servicios de urgencia.
“El gobierno tiene que entender que, sin nosotros, el sistema de salud simplemente se detiene. Esto no es solo un problema laboral, es un problema de salud pública”, advirtió un médico del hospital.
Conclusión: un llamado a la acción
La falta de pago de las primas al personal sanitario del Hospital General de Malabo va más allá de un problema administrativo.
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