El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha lanzado una grave advertencia este miércoles sobre la situación humanitaria que atraviesan más de un millón de niños en el estado sudanés de Jartum, donde convergen dos amenazas críticas: un brote de cólera en expansión y una crisis de desnutrición aguda que amenaza con derivar en hambruna.
Según el comunicado difundido por la agencia, desde enero de 2025 se han registrado más de 7.700 casos de cólera en la región, incluidos más de 1.000 entre menores de cinco años. Al menos 185 personas han fallecido a causa de la enfermedad. La situación se ha deteriorado de forma alarmante en apenas diez días, entre el 15 y el 25 de mayo, periodo en el que los casos notificados se multiplicaron por nueve, pasando de 90 a 815.
La representante de UNICEF en Sudán, Sheldon Yett, ha declarado que “cada día, más niños se ven expuestos a esta doble amenaza del cólera y la desnutrición, pero ambas son prevenibles y tratables si llegamos a tiempo a los niños”. La agencia señala que sus esfuerzos están centrados en proporcionar atención sanitaria básica, acceso a agua potable y una alimentación adecuada.
Las localidades de Jebel Aulia y Jartum son especialmente preocupantes. Ambas concentran el 33 % de los 307.000 niños que padecen malnutrición aguda en el estado. De ellos, 26.500 sufren malnutrición aguda grave, la forma más letal de esta condición. En estas circunstancias, enfermedades como el cólera o cualquier otra infección gastrointestinal pueden ser fatales si no se tratan con urgencia.
UNICEF también ha destacado el impacto devastador de la guerra en la región. Desde el estallido del conflicto, más de tres millones de personas han tenido que abandonar sus hogares solo en Jartum. Aunque unas 34.000 han logrado regresar, la mayoría encuentra sus viviendas dañadas y sin acceso a servicios básicos como agua potable o saneamiento. Esta situación, sumada a los recientes ataques contra infraestructuras eléctricas, ha obligado a muchas familias a recurrir a fuentes de agua inseguras, lo que incrementa aún más el riesgo de enfermedades como el cólera.
La organización insiste en que la situación es crítica pero reversible si se actúa con rapidez y coordinación. La respuesta humanitaria internacional se enfrenta al desafío de superar los obstáculos logísticos y de seguridad para llegar a las comunidades más afectadas con suministros médicos, nutricionales y de agua segura.
En conclusión, el estado de Jartum se encuentra en una encrucijada humanitaria que pone en riesgo la vida de cientos de miles de niños. El llamado de UNICEF es claro: se necesita una intervención urgente para evitar una catástrofe mayor.
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