Después de dos semanas de incertidumbre y angustia, la pequeña Asunción, alumna del Centro Nacional Piloto, ha sido localizada sana y salva en un centro de acogida de menores huérfanos del barrio de Nkoatoma, en la ciudad de Bata. La noticia ha traído alivio a su familia y a toda la comunidad que se volcó en su búsqueda.

Asunción desapareció el pasado 2 de mayo, cuando salió de casa y no regresó. Desde entonces, su paradero fue un completo misterio, provocando alarma entre familiares, vecinos y autoridades locales. La clave para su localización fue una acción conjunta entre ciudadanos solidarios y las redes sociales, donde la familia difundió el anuncio de su desaparición, que rápidamente se hizo viral.

Según informaciones recabadas por las autoridades, la niña fue persuadida por un vecino y amigo suyo, José, un niño de 12 años que también reside en el barrio y quien, tras la muerte de su madre en agosto del año pasado, decidió trasladarse a un orfanato. José convenció a Asunción de que ambos podrían vivir en el centro de acogida, donde —según él— encontrarían la felicidad y el cuidado que sus hogares no podían ofrecerles.

Ambos menores ingresaron en el centro sin que los responsables supieran que Asunción había sido dada por desaparecida. Fue gracias a la difusión de su fotografía y el testimonio de una trabajadora del centro que se logró identificarla y avisar a las autoridades.

La madre de Asunción ha expresado públicamente su profundo agradecimiento a los vecinos de Bata por el apoyo mostrado durante la búsqueda: “No tengo palabras. Gracias a todos los que compartieron la publicación, preguntaron por mi hija o nos animaron en estos días difíciles. Ha sido un milagro colectivo”.

Por otro lado, el caso de José ha sido remitido a la delegación de Asuntos Sociales, quienes se encargarán de evaluar su situación familiar y garantizar su bienestar futuro. Su historia ha conmovido a muchos, visibilizando la realidad de numerosos menores en situación de vulnerabilidad que, como él, buscan protección por sus propios medios.

Este caso subraya la importancia de la cooperación ciudadana, la eficacia de las redes sociales como herramientas de ayuda comunitaria y la necesidad de reforzar los mecanismos de atención a menores en riesgo.