Este jueves, 21 de agosto de 2025, se cumplen 41 años de uno de los hitos diplomáticos más significativos en la historia reciente de Guinea Ecuatorial: el encuentro oficial entre el presidente ecuatoguineano S.E. Obiang Nguema Mbasogo y el entonces líder de la República Popular Democrática de Corea, Camarada Kim Il Sung, celebrado en Pionyang en 1984.

Por: Manuel Mba Nkogo Ñengono 

La visita, realizada apenas dos años después de que Obiang asumiera la Jefatura de Estado mediante elección democrática en agosto de 1982, marcó el inicio de una relación bilateral que con el tiempo se convertiría en una alianza estratégica de cooperación y amistad.

El 21 de agosto de 1984, Obiang llegó a Pionyang en respuesta a una invitación personal de Kim Il Sung. El encuentro no solo simbolizó el reconocimiento mutuo entre ambos mandatarios, sino que abrió un canal de diálogo constante que, en los años siguientes, se materializó en múltiples colaboraciones políticas, económicas y culturales.

Desde entonces, ambos líderes llegaron a encontrarse en al menos ocho ocasiones, demostrando que la relación iba más allá de los protocolos diplomáticos. En esos encuentros se abordaron cuestiones tan estratégicas como el autoabastecimiento alimentario de Guinea Ecuatorial, destacando el proyecto de construcción de una granja agrícola experimental inspirada en los modelos norcoreanos de producción.

Hace poco, el presidente Obiang evocó aquellos años de colaboración recordando un símbolo de esa amistad:

“El palacio de congresos de Ngolo, que construyó el presidente Kim Il Sung hace 30 años, hoy también desempeña un papel en las actividades estatales”, señaló.

Este testimonio refleja cómo los proyectos surgidos de aquella cooperación siguen teniendo un impacto tangible en la vida institucional del país.

Durante más de cuatro décadas, las relaciones bilaterales han continuado desarrollándose bajo la atención y el compromiso de los líderes de ambos pueblos. Se han firmado acuerdos de cooperación política, proyectos de intercambio cultural y programas de colaboración técnica y económica, todos encaminados a fortalecer el bienestar y la independencia de las dos naciones.

En lo político, ambas repúblicas han mantenido un entendimiento basado en la defensa de la soberanía nacional y la no injerencia. En lo económico, los proyectos agrícolas y de infraestructura han dejado huellas concretas. Y en lo cultural, el intercambio académico y la cooperación en materia de formación han reforzado los lazos entre sus pueblos.

Hoy, 41 años después, Guinea Ecuatorial y la República Popular Democrática de Corea celebran no solo la memoria de sus encuentros históricos, sino también la proyección de una relación que sigue evolucionando.

Las expectativas están puestas en que esta cooperación genere “nuevos frutos ricos y correspondientes a los intereses de los pueblos de ambos países, aspirantes a la independencia, la paz y la justicia”, según recoge la declaración conjunta más reciente.

La conmemoración de este aniversario no es únicamente un recordatorio del pasado, sino también un compromiso hacia el futuro.