Opinión

El uso responsable de dispositivos móviles en menores: un desafío para la crianza moderna

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En la era de la hiperconectividad, los dispositivos móviles se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana, y los menores de edad no son una excepción. Según un informe reciente de Common Sense Media, el 66% de los niños de entre 8 y 12 años ya poseen un teléfono inteligente, y el tiempo promedio de uso de pantallas continúa en aumento. Esto plantea una pregunta crucial: ¿cómo fomentar un uso responsable de estos dispositivos en las generaciones más jóvenes?

El dilema digital en la infancia

Los teléfonos inteligentes y tabletas pueden ser herramientas educativas y de entretenimiento. Aplicaciones interactivas, contenido educativo y acceso a información son algunos de los beneficios que ofrecen. Sin embargo, el uso excesivo o inadecuado puede tener consecuencias negativas, como problemas de sueño, aislamiento social y una mayor exposición a riesgos en línea como el ciberacoso o contenido inapropiado.

Además, el cerebro en desarrollo de los niños es particularmente sensible a los estímulos constantes. Según la psicóloga Catherine Steiner-Adair, el uso prolongado de pantallas puede afectar la capacidad de concentración y las habilidades sociales, fundamentales para un desarrollo saludable.

Estableciendo límites desde el hogar

Los expertos coinciden en que los padres y tutores juegan un papel crucial en guiar sobre el uso de dispositivos móviles en los menores. Algunas estrategias recomendadas incluyen:

1. Definir horarios claros. Establecer límites de tiempo diarios para el uso de dispositivos, diferenciando entre el tiempo dedicado a actividades educativas y el tiempo de ocio. La Academia Americana de Pediatría recomienda no más de 1-2 horas diarias de uso recreativo para menores entre 6 y 12 años.

2. Crear zonas libres de tecnología. Designar áreas del hogar, como el comedor o el dormitorio, donde los dispositivos no estén permitidos para fomentar la interacción familiar y mejorar la calidad del sueño.

3. Supervisión activa. Utilizar aplicaciones de control parental para monitorear el contenido que consumen los menores y asegurarse de que sea apropiado para su edad. Sin embargo, la comunicación abierta es igual de importante, permitiendo que los niños hablen sobre sus experiencias digitales.

4. Predicar con el ejemplo. Los niños tienden a imitar a los adultos en su entorno. Si los padres usan sus dispositivos de manera responsable, los menores serán más propensos a adoptar conductas similares.

Educación digital como solución a largo plazo

Más allá de las reglas en casa, las escuelas también deben jugar un rol activo en la alfabetización digital de los menores. Enseñar sobre privacidad, seguridad en línea y pensamiento crítico frente al contenido digital es esencial para preparar a los niños de cara a los desafíos de la vida en línea.

Organizaciones como Be Internet Awesome de Google ofrecen recursos educativos gratuitos para que niños, padres y educadores aprendan juntos sobre el uso seguro y responsable de internet.

La importancia del equilibrio

El objetivo no debe ser demonizar los dispositivos móviles, sino integrarlos de manera saludable en la vida de los niños. Esto significa encontrar un equilibrio entre el tiempo frente a la pantalla y otras actividades esenciales para el desarrollo, como el deporte, el juego al aire libre y las interacciones cara a cara.

En un mundo donde la tecnología es inevitable, preparar a las generaciones futuras para usarla de manera consciente y responsable no es solo una necesidad, sino una responsabilidad compartida entre familias, educadores y la sociedad en general.


Autor: Carlos Daniel Ondo Angue.


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