"Si mientes, te pagamos; si no, habrá consecuencias": la supuesta víctima de abusos sexuales dice haber sido amenazada por hombres armados y encapuchados, con el propósito de retractarse de su acusación contra el senador suspendido de sus funciones, Nicolás Utondji Akapo.

Por: Joal Ondo 

La niña de 13 años, supuestamente abusada por el senador —suspendido de sus funciones por el vaso— ha declarado ante TVGE que fue interceptada y amenazada por un grupo de hombres armados tras denunciar el caso ante la Gendarmería. 

Según su testimonio, un vehículo —Land Rover— con cristales oscuros se detuvo a su lado y varios individuos, algunos encapuchados, la obligaron a subir bajo amenazas. Durante el trayecto, la víctima fue intimidada, según su testimonio, con armas de fuego y sometida a un interrogatorio en el que le exigieron que modificara su declaración presentada ante la Gendarmería.

Los presuntos secuestradores le advirtieron que, si el caso llegaba a los tribunales, debía negar sus acusaciones para favorecer la absolución del acusado. Para presionarla, le mostraron una maleta con dinero, asegurándole que sería suyo si colaboraba, pero amenazándola con graves consecuencias contra ella y su familia si se negaba.

La menor afirmó además que los agresores le enseñaron fotografías suyas, de su madre, de su vivienda e incluso de mandos de la Gendarmería Nacional, lo que, según sus palabras, evidenciaba la seriedad de las amenazas.

Tras el incidente, la víctima advirtió a su madre de lo ocurrido y ella, denunció los hechos ante la Gendarmería y actualmente se encuentra bajo protección de testigos. 

Este nuevo episodio no solo añade tensión al proceso judicial en curso, sino que también plantea serios cuestionamientos sobre la seguridad de las víctimas y la eficacia de los mecanismos de protección en casos de alta sensibilidad.