Es sorprendente cómo un detalle aparentemente insignificante, como la ubicación del router, puede hacer una gran diferencia en la calidad de nuestra conexión WiFi en casa. Sin embargo, todavía circulan muchos mitos sobre el lugar “perfecto” para colocarlo, que más bien nos llevan por el camino equivocado.
A continuación, quiero desmentir algunos de los errores más comunes y explicar por qué es tan importante colocar este dispositivo de forma estratégica.
Empecemos con un error que muchos han cometido: esconder el router en una esquina. Tiene sentido desde un punto de vista estético, pero la realidad es que esta ubicación perjudica la señal. Al estar en una esquina, gran parte de la cobertura se desperdicia en las paredes, reduciendo el alcance de la conexión en el resto del hogar. Para aprovechar al máximo tu red, el router debe estar en un área central, desde donde pueda emitir uniformemente.
Otro mito común es creer que el router en el suelo funciona igual o mejor. Colocarlo en el suelo suele ser más práctico por la proximidad a las tomas de corriente, pero es un error. La señal se dispersa principalmente hacia abajo y a los lados, lo que significa que parte se pierde en el suelo. Colócalo, mejor, en una mesa o en una superficie elevada para una mejor distribución de la señal.
Y, aunque la lógica podría sugerir que poner el router cerca de una ventana permitiría una cobertura más libre de obstáculos, en realidad sucede lo contrario. El vidrio dispersa la señal, lo que provoca una pérdida de potencia significativa y una conexión menos eficiente. Es más beneficioso que esté alejado de las ventanas y más cerca del centro de tu casa.
A menudo también veo routers situados junto a televisores, PCs u otros dispositivos para ahorrar espacio o por pura comodidad. El problema es que estos aparatos, especialmente si funcionan en la misma frecuencia de 2,4 GHz, generan interferencias que pueden afectar la señal del WiFi. Lo ideal es colocar el router a una distancia prudente de otros equipos electrónicos.
¿Y qué hay de esconder el router detrás de muebles? Este es un mito que muchas veces sigue el criterio de la estética sobre la funcionalidad. Aunque es cierto que puede verse mejor, la realidad es que los objetos grandes y pesados como estanterías y sofás bloquean la señal y la hacen menos eficiente. Si quieres optimizar tu conexión, mantén el router en un lugar despejado, sin muebles que lo rodeen.
Otro lugar al que a veces se destierra al router es el sótano o el ático, pensando que desde ahí se distribuirá bien por toda la casa. Error. Estos espacios son como trampas para la señal: las paredes gruesas y el aislamiento limitan la cobertura en el resto del hogar. Si necesitas buena conexión en varias plantas, mejor considera un sistema WiFi mesh o un repetidor.
Y finalmente, un mito menos obvio: las fuentes de agua. Puede que no lo hayas pensado, pero el agua absorbe la señal WiFi. Así que si tu router está cerca de un acuario o del baño, tu señal no solo sufrirá, sino que también existe el riesgo de dañarlo con salpicaduras. Para proteger tu conexión y tu dispositivo, mantenlo lejos de estas fuentes.
Autor: Carlos Daniel Ondo Angue
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